sábado, 16 de julio de 2011

¿Cuál fue el Éxito de Jesús?

Jesús fue diferente. No predicó en las plazas ni en las sinagogas, sino en los montes, en el mar, en los campos de cultivo, en las casas de los enfermos, incluso en las fiestas. ¡Qué raro, verdad! Jesús no escogió hablar a las multitudes sino que fue predicando poco a poco y a pocos. Con el tiempo esos pocos se convirtieron en multitudes y ese mensaje se volvió católico.
Jesús no pasaba la colecta, no pedía diezmo, no cobraba por dar charlas, no pertenecía a ninguna ONG y pedía colaboraciones materiales. Su mensaje simplemente llegaba a los corazones y los movía a practicar la caridad, ¡y sí que vivieron la caridad!
El mensaje de Cristo era tan fuerte, y su testimonio era tan impresionante, que los corazones por sí solos se trasformaban y empezaban a vivir según el Espíritu de Cristo. Era tal la autoridad del Buen Jesús, que no había necesidad de hacer cartillas de seguimiento, ni procesos de selección vocacional, ni retiros de perseverancia, ni bases de datos para llamar a los que alguna vez fueron a una charla. Tampoco tenían cuentas bancarias para recibir las donaciones y mucho menos secretarias encargadas de recordarle a las personas que tenían que acercarse a escuchar a Jesús de vez en cuando. No tenía carta de presentación, ni un título universitario. No tenía un correo electrónico ni un perfil en Facebook. No twiteaba con su club de fans y no tenía página web. No aparecía en google y nunca contestaba el blackberry. No tenía vallas publicitarias y su rostro no aparecía en las revistas de moda.
Entonces ¿Cuál era el secreto de Jesús? ¿Cómo pudo haber sido, y seguir siendo, tan exitoso? El éxito de Jesús está en su Corazón. El Corazón de Cristo llena los corazones de todos. Los corazones humanos se mueve por una fuerza vital y necesaria. Todos los corazones humanos necesitan de un combustible especial para poder tener "energía" y poder latir. Esa fuerza vital, ese combustible, no son los impulsos eléctricos que envía el cerebro, es el amor, la caridad. La caridad es irresistible a un corazón humano. Una persona dura, triste, sola, soberbia no resiste la caridad. No importa el estrado social, las posibilidades económicas, la cultura, la edad, el sexo, la humildad o el egoísmo que tenga, el corazón humano no soporta el amor.
No lo soporta, no porque no lo pueda sentir, sino porque todas las barreras y todos los prejuicios y toda la dureza se ve reducida a polvo cuando un amor auténtico llega a él. El corazón humano esta hecho de amor, del amor de Dios, del Espíritu de Dios y por lo tanto, cuando siente amor, se ve sumido en su "materia esencial" y "recuerda" de qué está hecho y sus escamas y prejuicios se ven derrumbados por tierra... El corazón humano no resiste el amor de otro corazón y mucho menos el amor del Corazón de Cristo.
¿Y entonces? pues que ese fue el éxito del Buen Jesús, su Corazón ardiente que lo quemó todo a su paso y lo transformó todo. La fuerza incondicional e imparable del amor del Corazón de Jesús nos cautivó a todos... Miremos su Corazón, pero mirémoslo a través del Corazón de la Inmaculada.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

martes, 12 de julio de 2011

La historia de la famosa imagen de la Virgen


He aquí una historia sencilla y maravillosa como una leyenda:la de una religiosa norteamericana, que buscando a sus antepasados italianos, descubre que la famosa Virgen de Ferruzzi es el retrato de su madre


Sor Angela María Bovo, residente en Canadá, pero nacida en los Estados Unidos, de padres venecianos, investigando sobre sus orígenes italianos, ha llegado a un descubrimiento sorprendente.

Huérfana muy niña, deseaba saber más sobre sus padres, del país de origen, y del motivo que les había llevado a partir para América. En las vacaciones de 1984, obtuvo de los Superiores el permiso para realizar un viaje a Italia, y de este modo tuvo la ocasión de investigas sobre sus ante pasados.

El departamento de genealogía de¡ templo mormón en Qakland, por medio de una investigadora italiana, llamada María Ana Mokennon, le había dado las primeras indicaciones sobre como llevar a efecto sus indagaciones en Venecia.

En su permanencia obligada en Venecia fue huésped de las Religiosas de María Niña. Empezó por el Registro civil de la ciudad. Con la ayuda del señor Attilio Ferraro, localizó el certificado de matrimonio de los padres y de los abuelos, de los respectivos hermanos y hermanas, así como la fecha de nacimiento y defunción de cada uno.

La religiosa llegó a saber que su madre, cuyo nombre era Angelina Cian, era la segunda de quince hijos, de los cuales dos vivían todavía en Venecia: Elisa de 88 años y Julia de 80. Con la ayuda de una joven americana que conoció y hablaba correctamente el italiano, Sor Angela se puso en contacto con la tía más joven.

Para las hermanas Cian, la visita de la religiosa fue como un milagro. Desde hacia tiempo, habían perdido la esperanza de saber lo que había sucedido con Angelina y sus hijos. Julia invitó a la sobrina a visitar la casa familiar, la misma casa en la que Angelina Cian había crecido. Cuando Sor Angela María llegó, la tía Julia y un grupo de primos la abrazaron llorando. Había muchas cosas de las que hablar, tantos años, tantas personas, tantos acontecimientos.

Durante la conversación, la tía Julia tenía en las manos un cuadro pequeño, redondo, de marco dorado. Era la conocida “Virgen delle via" La Virgen gitana de Roberto Ferruzzi, que representa una joven llevando un niño dormida, "Esta es tu madre", dice la tía Julia. Lo sé, contesta Sor Angela, creyendo que la anciana tía hablaba de la Virgen.

"No, no", insiste la tía, comprendiendo la reacción de la religiosa, "es tu verdadera madre”.
Al principio, la religiosa era escéptica, y la tía pareció ofenderse.

¿Porqué lo dudas?. Después, mediante la interprete, Julia empezó a contar una historia sorprendente

Al final del 1800, toda Italia estaba en agitación. La unificación de los pequeños estados en una nación unida, había ocasionado una gran conmoción, y desembocado en una serie de guerras, levantamientos, carestías y dificultades económicas. Y así, en 1896, para ahorrar problemas a su familia, papá Cian marchó de Venecia a una zona de colinas, cerca de Padua. Fue allí cuando Roberto Ferruzzí vio a Angelina, que entonces tenía once años. La niña estaba cuidando a su hermanito, que todavía era lactante, y formaban un cuadro estupendo.

Ferruzzi, entonces un artista joven, quedó impresionado por la belleza y el candor de la escena, Y decidió pintarla, quizás no tuvo nunca la idea de pintar un cuadro de la Virgen, pero el modelo era tal, que espontáneamente llamó a aquél cuadro: La Virgencita.

El cuadro fue expuesto por primera vez en Venecia, en 1896. Con el pasar del tiempo, conquistó fama mundial, y fue llamado: "Virgen delle via“.

Pocos años más tarde, Angelina se casó con Antonio Bovo, entonces tenía diez y nueve años, y en 1906 para escapar del servicio militar huyó a los Estados Unidos, llevándose consigo a su joven esposa.

Por algunos años Angelina mantuvo correspondencia con su familia en Italia. En 1919, mandó a casa una fotografía de ella, su marido, y sus primeros hijos. fotografía que la familia Cian ha conservado siempre. Durante la primera guerra mundial, los Cían dejaron Venecia, perdiendo el contacto con la hermana, que de toda la numerosa familia, había sido la única en marchar de Italia.

En 1950, la tía Elisa trató de buscar a Angelina, escribiendo al Consulado italiano en San Francisco. El Consulado sólo sabía que Antonio Bovo había muerto, pero no tenía ninguna noticia acerca del paradero de Angelina y sus hijos.

De este modo, la familia había perdido todas las esperanzas de tener noticias de sus parientes de América. No es de extrañar por tanto, de su sorpresa, cuando Sor María Angela se presentó en su casa treinta y cuatro años después.

Esperan todavía de reunirse una vez más en Venecia, para tener otras noticias de la familia, y ver al nieto de Roberto Ferruzzi, el pintor que había inmortalizado a su madre y hermana, Esta singular historia, publicada por el "Catholic Digest de San Francisco, ha causado sensación en los Estados Unidos y en el Canadá. Además de la prensa yo la he recibido del testimonio directo del Rvdo. Padre Gennaro Grieco, O.M.I profesor de la Universidad de Ottawa.

Espero agradar a todos los devotos de la Virgen, al contarles esta historia no sólo porque es bella en sí, sino también porque nos ha hecho conocer el origen de la Virgencita de Ferruzzi, célebre y conocidísima pero también al menos hasta hace poco tiempo envuelta en una especie de misterio.
(De la Revista "Il Cuore della Madre)



¿QUIEN ERA ROBERTO FERRUZZI?
Este pintor, nacido en 1853 en Seénico (Yugoslavia) de una familia italiana y que vivía en Venecia, es uno de esos artistas cuyas obras llegan a ser más famosas que los mismos; autores Buscar noticias de Ferruzzi, no es fácil; en su tiempo tuvo una cierta fama y obtuvo premios en algunos concursos de pintura; en Venecia en 1396, con la célebre "Virgencita" y también en 1887 y en Palermo en 1891.

La fama que había conquistado de joven (cuando pintó la "Virgencita" tenia treinta años). con el pasar de los años declinó, hasta desaparecer casi por completo. Ferruzzi no había estudiado arte, sino leyes; su pintura era un hecho instintivo, por lo que se encontraba más allá de las modas y las escuelas; sus modelos preferidos eran los niños, las escenas de la vida diaria, llenas de simpatía Su género pictórico, ha sido a la vez su fortuna y su desgracia: ha hecho célebre su "Virgencita', pero a él lo ha colocado fuera de los movimientos artísticos, a caballo entre los dos siglos que han revolucionado la pintura condicionando el gusto y la crítica.

Publicado en una revista de las Siervas de Jesús en 1985

martes, 5 de julio de 2011

¿Sabías que no sabías?

No sabía que podía dibujar...


Tampoco sabía que puedo llegar a ser santo...

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.