martes, 31 de mayo de 2011

Dame tu Cruz


Cuando nos llega el sufrimiento, la esperanza se apropia de nosotros y nos llenamos de consuelos bonitos con el único propósito de ver salir huyendo la tristeza de nuestro corazón.

Hoy “Divino Talón” te quiero pedir que no alejes de mí este cáliz, te pido “Agua Viva” que después de la flagelación me regales tu Cruz. Te suplico, “Excelente Pastor” que cuando no soporte el peso de tus santos maderos y mi rostro bese el suelo, me limpies mi cara con el consuelo de las espinas de tu corona. “Vid Verdadera”, hoy te quiero pedir que cuando no tenga que cargar más con tu Cruz me regales tus clavos para adherirme completa y definitivamente a ella. “Camino, Verdad y Vida”: hoy te quiero pedir que me regales a tu Madre amorosa que al pie de todas las cruces nos abraza en amoroso deseo de compartir con nosotros nuestras penas. “Puerta de las Ovejas”: cuando no pueda soportar más te pido que atravieses mi constado y que mi corazón inflamado de amor por ti solo pueda derramar una alabanza por aquél que le da sentido a mi vida. “Resurrección y la Vida”: Cuando en la vida quiera contemplar la Gloria que de ti procede, regálame ser sepultado en tu amor.

María, Madre Mía. ven a mi encuentro.

Todo por la inmaculada, Nada sin ella.



Dame tu Luz, Felipe Gómez

G
Dame tu luz,
                                             Em
Rompe la niebla de mi corazón Señor,
      C
La oscuridad que aún se mueve en mi interior
 Am D
Y a las mentiras que yo les llamo verdad.

G
Cual caridad
Em
Tantos proyectos cuando a un niño falta el pan,
C
Pequeñas obras y lo cuento a viva voz
                     Am D
Tanto futuro olvidándome de Dios.

G G
Pobre de mí-ííí, sin sufrimientos para el cielo quiero ir,
Em
Salir huyendo cuando se acerque cruz,
 C
Y ahora atreverme a mencionar a mi Jesús.
               Am               D
Dame tu luz, dame tu luz

G
Dame tu luz
Em
Seguir tus huellas de camino y de verdad,
C
Tomar tu Cuerpo y Sangre con sinceridad,
Am D
No revelarme ante las pruebas y la cruz.

G
Oh mi Jesús,
Em
Ser un apóstol de tu eterna caridad,
C
Y ver el mundo con tus ojos de humildad
Am D
Compadecerme de tu pobre pecador.

G
Oh mi Señor, tomar las manos de María en ese altar
 Em
Y recibirla en la pobreza de mi hogar,
C
Y darme todo al ejemplo de tu amor,
Am                  D
Tu dulce amor, tu dulce amor
  G
Dame tu luz.



lunes, 30 de mayo de 2011

Bendito, alabado y adorada sea la razón en el santísimo sacramento del dolor

Con toda razón el positivismo del gran Comte afirma que nada que no pueda ser demostrado no es digno de ser pensado, es más, en la sociología podremos encontrar la respuesta a los problemas de los hombres y de la sociedad. “Los problemas sociales y morales han de ser analizados desde una perspectiva científica positiva que se fundamente en la observación empírica de los fenómenos y que permita descubrir y explicar el comportamiento de las cosas en términos de leyes universales susceptibles de ser utilizadas en provecho de la humanidad”.
Ufff, he aquí la ambrosia maravillosa para la solución de todos nuestros males. Salgamos con tablas estadísticas a observar los males que nos apremian:
1. Según un estudio de la alcaldía de Medellín el 75% de los jóvenes inician el consumo de substancias psicoactivas especialmente el alcohol a los 14 años. La razón para estos es que se sienten cohibidos por sus familias y desean sentirse incluidos en los diferentes grupos sociales. Solución: Para que nuestros adolescentes se sientan valorados por sus familias permitamos que sean completamente autónomos en sus decisiones y que elijan libremente lo que desean, apoyados en el libre desarrollo de la personalidad, por lo tanto hay que crear más leyes que permitan la dosis personal y el libre consumo de substancias psicoactivas
2. Según otra encuesta de la alcaldía de Medellín el 24% de las adolescentes han quedado en embarazo por primera vez entre los 12 y los 18 años de edad. La razón es la falta de prevención y educación sexual. Solución: hay que incentivar el uso de métodos anticonceptivos y ante el olvido o imposibilidad de dar total solución hay que crear clínicas de la mujer que permitan a nuestras adolecentes continuar con sus proyectos de vidas.
Si ven!!! El positivismo lo soluciona todo, ¿no les parece?
Claro que tendríamos que preguntarle a los que sufren las cadenas de las drogas si su opción libre y voluntaria a permitido que sus familias se unan en vínculos fraternales que permitan el dialogo, en crecimiento mutuo y el amor de un hogar. Y también tendríamos que preguntarles a nuestras jóvenes por el vacío del estómago pensando en la decisión que libre y voluntaria han tomado de parar un “errorcitos” para continuar "viviendo".
Mmm no se ustedes, pero como que ya no me gustan tanto las respuestas.
En esta noche solo quiero decir que la razón no es suficiente cuando se trata del dolor humano, la ciencia podrá definir leyes universales que a todos nos afecten, pero nunca podrá definir absolutos en las personas ya que todos somos universos diferentes en las manos de un Dios amoroso que no nos pudo crear por azar.
Señor Jesús: hoy cuando mi torre edificado en la arenilla de la razón de desmorona golpeado por la el martillo de la humildad te pido que me ayude a comenzar a edificar en la fe. Te pido Señor que me demore mucho tiempo construyendo las bases de este edificio. Permíteme Señor comenzar otra vez.
“José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto”. Mateo 1, 19
Como San José muchas veces hacemos planes, tomamos decisiones que consideramos son las correctas, pero el Señor se manifiesta de formas que no comprendemos y lo que deseamos cambia, según lo planeado por Dios.
Permíteme Señor no tener miedo de llevar a María a mi casa, moldea Señor mis actos según tu querer.
Todo por la Inmaculada. Nada sin Ella




domingo, 29 de mayo de 2011

¿Por qué la Inmaculada?



¿Cómo es el amor de Dios? Podríamos decir que es infinito, grande, incondicional, perfecto, eterno, etc. Pero, ¿qué hay de cierto en esto? Pues la verdad es que son unas pequeñas aproximaciones a lo que en realidad es. El amor de Dios se sale de todas nuestras concepciones y esquemas. El amor de Dios es tan grande como el misterio de la Santísima Trinidad y jamás podrá entrar en nuestra cabeza, pero si podrá entrar en nuestro corazón, ¿por qué? Ya lo voy a explicar.
Nuestra razón es algo grandísimo. Dios nos ha dotado de un entendimiento fenomenal e impresionante, pero a la vez limitado. Nuestra mente está dotada de unas capacidades enormes y podemos comprender cosas que los demás seres de la naturaleza no pueden ni siquiera percibir.
El Buen Dios también nos equipó con un corazón, y acá no me refiero al músculo que bombea la sangre al cuerpo, sino aquella capacidad de amar, de sufrir, de sentir, de querer, de sacrificarse, de buscar, etc. Este es el corazón del cual constantemente hablamos. ¿Y qué características tiene este corazón? Entre muchas, la más destacada es esta: es un corazón con un agujero infinito. Jamás podrá ser llenado por nada de este mundo, sólo una fuente infinita podrá saciarlo, llenarlo, calmarlo.

Entonces, retomando un poco la idea, la razón es limitada, el corazón es ilimitado. La razón nos ayuda a comprender muchas cosas, pero se queda corta a la hora de los grandes misterios y las grandes manifestaciones de Dios. Por el contrario, el corazón es infinito, es como un agujero negro que todo lo consume a su paso y entre más come más hambre tiene. Este corazón sólo puede ser saciado por la infinidad del Buen Dios. Como decía Pascal: “El corazón tiene razones que la razón no entiende”. Entonces para encontrarnos con el Buen Dios es necesario pasar de la razón al corazón.

¿Y entonces qué podremos hacer para llenar aquel corazón infinito? Fácil. Recurramos a la Inmaculada. ¿A la Inmaculada? ¿y por qué no recurrimos mejor al Buen Dios que es infinito? La respuesta la tiene el mismo Dios, pero se necesita fe. Recordemos que de la misma manera que Dios utilizó una pedagogía con el Pueblo de Israel, así también es necesario conocer la pedagogía divina para llegar a la Inmaculada.

El Buen Dios, en la persona del Verbo se encarnó y se hizo hombre. ¿Y cómo llegó al mundo? Por medio de una mujer. Dios quiso que una mujer participara en la encarnación del Verbo. Esa mujer tuvo que ser Inmaculada, puesto que Dios no podría haber hecho partícipe a una mujer llena de pecado para ser su Esposa. ¿O crees que la fuente purísima podría haber brotado de un caño repugnante de pecado? ¿La pureza pudo brotar de la podredumbre pecaminosa? ¿la fuente de agua viva pudo nacer de un lecho de inmundicias? Claro que no, por esta razón, la fuente, el comienzo, la Madre de Cristo, tenía que haber sido purísima por una gracia especial de prevención que el Padre le regaló a esta hermosa Mujer. Dios redimió preventivamente a María para hacerla Inmaculada, no pudo haber sido de otra manera. María no pudo no haber sido Inmaculada.

Entonces, si el Buen Dios decidió desposarse con esta Mujer (Esposa del Espíritu Santo), quiere decir que se iba a someter a una criatura. ¿Qué qué? Claro, Dios Encarnado, es decir, Jesús, se sometió obedientemente a su Madre. El que no pueden contener los cielos se hizo tan pequeño que cupo en el vientre de una mujer y cuando nació se hizo obediente a Ella. ¡Qué tan grande es la obediencia, que hasta el mismo Dios se sometió a ella por medio de una mujer! La Carta a los hebreos nos habla de que Jesús aprendió sufriendo a obedecer (c.f. Hb 5, 7-9) ¿y a quién fue a la primera que obedeció? A la Inmaculada, porque el mismo Dios actuó por medio de Ella, su divina Esposa, su Hija y su Madre.

Entonces, si el Buen Dios recurrió a la Inmaculada para ser educado (María le enseño a obedecer a Dios... ¡qué misterio tan grande!), ¿por qué no vamos a recurrir nosotros a Ella? Dios actuó de esta manera por una razón sencillísima: pedagogía divina. Nuestro Señor sabe bien que necesitamos figuras temporales para entender las realidades eternas. Es decir, Dios sabe que necesitamos corderos para entender su Sacrificio. Dios sabe que necesitamos frutos dulces y amargos para explicarnos su amor y la desgracia de no amarlo. Dios se vale de la sed y del agua para explicarnos lo que siente un alma alejada de Él. Por esta misma razón, Dios se ha valido de la Inmaculada para llevarnos a Él, porque bien sabe cuán grande es el amor que sentimos por nuestras madres terrenales y también conoce cuán necesaria es la figura de una madre para educar en la fe.

Ahora bien, ¿Por qué nos resistimos tanto? ¿Por qué somos tan reacios a acudir a la Inmaculada para llegar a Nuestro Señor? ¿Por qué somos tan soberbios? Dios actúa como quiere y donde quiere y cuando quiere, ¿por qué cuestionar sus designios? Yo, por mi parte, siguendo las enseñanzas de la Iglesia por medio de su Magisterio auténtico y escuchando el testimonio de los Santos (excelentes intérpretes de las Sagradas Escrituras) me voy con la Inmaculada. Yo escojo el Camino que escogió Cristo. Yo me voy por la misma senda de Nuestro Señor. Yo decido no tener miedo en amar y honrar locamente a la Inmaculada. Tedría que estar loco para no hacerlo, tendría que odiarme para no seguirla.

¿Pero no estoy endiosando a la Inmaculada? Claro que no, qué herejía tan grande es siquiera pensarlo. María es una simple criatura, la más pequeña de todas. Ella por sí misma no es nada, pero por participación Divina es más que cualquiera. Monfort dice que “María es por Gracia lo que Dios es por naturaleza”, ¿pero es esto verdad? Pues respondo con las palabras del Beato Juan Duns Scoto: “Potui, decuit, ergo fecit” (Dios pudo, quiso, entonces lo hizo). ¿Acaso no puede el Buen Dios hacer a María por gracia todo lo que Él quiera? Claro que sí, entonces no me extraña que el Creador del Universo haya coronado como Reina y Madre de Misericordia, dispensadora de todas las Gracias, Auxilio de los Cristianos, Refugio seguro de los Pecadores y tantos otros títulos magníficos a María, porque sabe que Ella arrancará de las garras del pecado a todos sus hijos confundidos.

Sin miedo digo: Gloria a la Inmaculada, porque entre más digo María, más perfectamente digo Jesús. Entre más digo Madre, más fácil digo Padre. Entre más le oro a mi Inmaculada más devoción siento por la Eucristía. Entre más acudo a mis Celestial Princesa, más me uno con el Buen Dios que la escogió como camino seguro de los pecadores, y como yo soy el más grande de ellos, entonces más seguro me siento acudiendo a la Inmaculada.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

Las palabras de las lleva el viento.

En nuestra vida hay circunstancias que nos ayudan a reflexionar sobre lo bueno, lo malo, lo que está en medio y lo que no sabemos en donde está. Muchas veces pensamos en lo que pudo ser y no fue y generalmente comenzamos planteándonos metas y nuevos proyectos por realizar. Muchos de estos proyectos y propósitos no pasan del 1 de Enero o simplemente las olvidamos cuando nuestro corazón “recupera la Calma”.


Alguien me cuestionaba porque mis propósitos son producto del dolor, me advertida sobre la imposibilidad de cambiar y hasta razón tendrá.


Señor Jesús hoy te quiero pedir que mis propósitos no se queden en la temporalidad y emotividad de un momento, hoy solo quiero pedirte Buen Jesús que mi vida solo sea para amarte y amándote llegar a cumplir tus mandatos.


“El corazón tiene razones que la razón no entiende”.

sábado, 28 de mayo de 2011

La obediencia

La obediencia

El tema de la obediencia es complicado. Todos hemos escuchado acerca de esta virtud y de su importancia. Es más, muchas personas se somenten a ella bien sea por cuestiones civiles o legales o por amor a Dios. Pero, vaya que es complicada. La obediencia es es la piedra de molino que está constantementre trillando la voluntad. A lo largo de estos últimos años he visto cómo se suspira por la obediencia y cómo se habla de ella constantemente, pero la verdad es que son verdaderamente pocos los que viven esta virtud de una manera auténtica.

Sobre la falsa obediencia:
Muchas veces queremos obedecer lo que nos conviene o lo que nos gusta obedecer. Qué fácil es obedecer aquello que queremos que nos manden o aquello que estamos dispuestos a hacer y no atenta contra nuestras ideas. Qué fácil es obedecer cuando el que te manda es una persona querida por ti, o cuándo la autoridad llega de aquella persona que admiras verdaderamente. Qué fácil es obedecer cuando te dan las razones por las cuales se tiene que hacer tal o cual cosa. Qué fácil es obedecer cuando te demuestran que aquello que tienes que hacer es la mejor manera de hacerlo. Pero ¿qué tan auténtica es esta obediencia? Es una obediencia imperfecta, si es que llega a ser obediencia y no más bien un vicio disfrazado de virtud.

Es facilísimo obedecerle al santo, al bueno, al que ora, al que nos cae bien, al que tenemos en nuestro corazón, pero qué complicado es obedecerle al que no nos cae bien, al que no es preparado, al que no tiene títulos o dones, al que nos manda algo diferente a lo que creemos, al que pensamos que es un pecador, al que nos “hace la guerra”, al que nos persigue, al que nos calumnia. Qué difícil es obedecerle al que atenta contra nuestros intereses o a aquel a quien simplemente no nos nace obedecerle.

Pensándolo bien, me doy cuenta de que el Buen Dios siempre encuentra estropeados sus planes por nuestra falta de obediencia y docilidad.

Sobre la verdadera obediencia:
Esta verdadera obediencia es movida por el sentido sobrenatural de las cosas. Sin la fe sería imposible practicar esta virtud, porque ella exige que a pesar de todo se vea la mano providentísima de Dios en aquella acción o cosa que tienes que poner en práctica por la obediencia. La auténtica obediencia no se fija en la forma, manera o conveniencia de las cosas que son mandadas. La auténtica obediencia no pregunta el “por qué”, no mira si hay mejores razones para no hacer las cosas o para hacerlas de una manera diferente. La auténtica obediencia no puede apelar a lo que “yo creo” o “yo considero”, sino que es ciega, es inmediata, es libre de uno mismo. La auténtica obediencia se basa en un acto grandísimo de fe que ve la voluntad de Dios en aquello que se pide por medio de ella. La auténtica obediencia es una obra de alabanza perfectísima al Señor y el reconocimiento de que el actúa como quiere, donde quiere y por medio de quien quiere. La obediencia auténtica glorifica más al Buen Dios que muchísimas horas de penitencia y ayuno, porque el ayuno lo hace cualquiera, y las discíplinas y mortificaciones las tienen incluso los deportistas, pero la obediencia cristiana es un acto heróico de fe en el Buen Dios y en su Divina Providencia.

Muchas veces he escuchado acerca de la obediencia ciega, pero no había podido comprender que es Dios quien verdaderamente actúa. ¿Acaso será Dios ciego? ¿acaso será Dios ajeno a lo que se nos pide que cumplamos por la obediencia? A veces se nos olvida que Dios Es, y que mis caminos no son sus caminos. La obediencia auténtica exige bajar la cabeza y actuar según el parecer de otro. La verdadera obediencia exige ver la mano de Dios en los superiores o en los que la ejercen auténticamente. La verdadera obediencia es un latigazo contra nuestra soberbia y prepotencia. ¿Cómo será de dura la auténtica obediencia que el mismo Cristo dijo al Padre, “si quieres aparta de mí este cáliz”.

Gracias Buen Dios porque nos has enseñado el valor de la auténtica obediencia. Gracias por el ejemplo de la Inmaculada y su confianza ciega. Gracias por corregirnos y purificarnos cual oro en el crisol.

 “a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que obedecen en autor de salvación eterna” (Hb 5,7-9).

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

viernes, 27 de mayo de 2011

Dios no quiere que seamos Buenos


“En aquel tiempo, cuando Jesús siguió su viaje, vino un jovén corriendo y se puso de rodillas delante de El y le preguntó: Maestro Bueno, ¿qué puedo hacer para conseguir la vida eterna? Jesús le dijo:


¿Por qué me llamas bueno? No hay más que uno bueno y ese es Dios. Tu sabes los mandamientos: No cometerás adulterio; no mates; no robes; no digas mentiras de nadie; no engañes; respeta a tu padre y a tu madre. El joven le contesto: Maestro, todo esto lo he cumplido desde niño. Jesús lo miró con cariño y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y entonces tendrás riqueza en el cielo; luego ven y sígueme. Pero cuando oyó esto, el hombre se afligió y se fue triste porque era muy rico.” Marcos 10, 17 22




Durante la vida se suele pensar que para alcanzar metas, proyectos y sueños basta con realizar las cosas bien. Para llegar a ser profesionales es suficiente con estudiar mucho y cumplir con logros establecidos. Para comprar bienes, se trabaja con dedicación para cumplir con los pagos acordados y así se nos va la vida trabajando por metas inmediatas que solo requieren de un compromiso generalmente temporal.



En la vida de fe tendemos a asumir la misma actitud. Guardamos los mandamientos, participamos "cuando nos nace" de los actos litúrgicos y de vez en vez nos acordamos de la caridad. Ah y cuando nuestra conciencia despierta del profundo letargo, anestesiada por el narcótico de la razón nos acordamos del sacramento de la reconciliación y nos levantamos felices con la seguridad de tener comprado el tiquete directo a la vida eterna.



El joven rico se preocupo por hacerlo todo bien. Desde niño fue un cumplidor de los mandamientos tanto así que se pregunta por lo que le falta.



¿Acaso no nos pasa igual? ¿Acaso no hay momentos en la vida en que creemos que somos "muy sobraditos"? ¿No es verdad que llegamos a sentirnos muy buenos? tanto es así que victoriosos pregonamos, "Yo no robo, yo no he matado a nadie, yo no le hago mal a nadie". Y con razón nos llamamos buenos y pues hasta y lo somos... mmm ¿?



Claro que debemos cumplir diariamente con los compromisos que guardan nuestros corazones desde niños, pero Dios no quiere Buenos, Dios quiere EXCELENTES. Según el Padre Hernán Cardona deberíamos cambiar las siguientes afirmaciones de la biblia ya que según su trabajo y tradución: Dios no es el Buen Pastor, es el PASTOR EXCELENTE, no es el maestro bueno, es el MAESTRO EXCELENTE. No se guardo el mejor vino para lo último. SE GUARDO EL VINO EXCELENTE PARA LO ÚLTIMO.



DIOS NO QUIERE QUE SEAMOS BUENOS, DIOS QUIERE QUE SEAMOS EXCELENTES. DIOS NO NOS QUIERE BUENOS, NOS QUIERE SANTOS.



Si yo hubiera leído esto que escribo hace una semana este escritico sería víctima de las mas fuertes criticas y lo despreciaria por considerarlo pio, repugnante y hasta grotesco digo de cualquier movimiento moral. Hoy despues de una experiencia de dolor a tí te digo: No hay porque tener miedo, Jesús al igual que con el Joven rico nos mira con cariño, NOS MIRA CON AMOR, y estoy seguro que aunque no decidamos seguirlo y cumplir con lo que nos pide nos seguira mirando con AMOR, pero si aceptamos el reto de dejarlo todo no solo nos mirara con cariño, sino que nos abrazara con todo su amor.



El Señor no nos pide nada que no seamos capaces de hacer. Con seguridad para el joven rico sería relativamente simple dejarlo todo, pero ese desprendimiento tiene que pasar por el sufrimiento, tiene que doler, nos tiene que hacer sufrir. Hoy el Señor Jesús te dice y me dice que no tengamos miedo de dejarlo todo, Él nos mira con su amor y nos apoya en esta decisión que tomemos. Si no lo aceptamos seguramente será muy fácil y si queremos seguirlo nos dolera, nos sentiremos destrozados pero desde el dolor tendremos que limpiarnos los ojos nublados de lagrimar para mirar a aquel en quien lo podemos todo y nos fortalece.



"Jesús nos regala lo bueno y también no regala la Cruz y como a Cristo el nos regalara un Cirineo". Cuando éramos niños siempre buscábamos a nuestras madres para que nos consolaran en nuestro dolor. Hoy a ti te digo que la Madre del Mesias "guarda todas estas cosas en su corazón". Maria no guarda 7 "dolorsitos" de sabado santo. Maria guarda TODAS estas cosas en el corazón. Ella toma tu sufrimiento y el mío y lo hace propio. No tengamos mideo de acudir a ella para que nos cubra con su manto.



TODO POR CRISTO NADA SIN CRISTO


TODO POR LA INMACULADA NADA SIN ELLA

jueves, 26 de mayo de 2011

El Divino Talón...

Hoy comprendí que Nuestro Señor quiere que demos frutos. Bien sabemos que Él es la Vid y nosotros los sarmientos, y que la Vid produce uvas, pero ¿son estos los frutos que quiere Nuestro Señor? No, el Buen Dios no quiere UVAS, porque éstas son perecederas, caen por tierra y se pudren. Nuestro Señor no quiere nada que termine en este mundo, efímero o temporal. El Buen Dios desea VINO.

¿Y por qué quiere VINO en vez de uvas? porque el vino es signo de la eternidad y de la entrega. El vino no perece ni se pudre como las uvas, sino que, por el contrario, entre más tiempo pasa, mejor se pone. El vino "dura para siempre" y así quiere el Buen Dios que sean nuestros frutos: eternos.

¿Pero cómo se fabrica el VINO? Primero hay que cosechar los frutos, las uvas. No importa que tan grandes sean, o qué tan buen aspecto tengan, al final, lo único que importa es PISARLAS y MACHACARLAS, porque esa es la única manera como podrán dar su sangre y convertirse en vino de eternidad.

¿Y quién pisotea las uvas? son pisadas y machacadas por el Divino Talón de Nuestro Señor...

Hoy, queridísimo Corazón de Jesús, vengo a presentar las pocas uvas que hayas podido cosechar en este pobre sarmiento, y las presento a tu Divino Talón para que las pises y las machaques hasta que den su sangre y se puedan convertir en obras eternas, obras salvíficas, obras según tu Corazón, en vino de eternidad.

Hoy, queridísimo Corazón de Jesús, comprendí que para ser Santo no puedo aspirar más que a tu Amor y a tu Cruz...

Hoy, Madrecita Inmaculada, vengo con mi ofrenda como cordero llevado al matadero, para ser probado en el Amor extremo y purificador del Corazón de Jesús por medio de la Cruz, por medio del DIVINO TALÓN que convierte, por la Poderosa Intercesión de María, mis uvas en vino.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

sábado, 21 de mayo de 2011

La Meditación

Frecuentemente necesitamos renovar nuestro encuentro personal con el Señor, este se da a través de la oración, en el diálogo de corazones, es esta vida de unión con el Amor que nos lleva a amar, a predicar, a anunciar a Quien cambia y da sentido a nuestra existencia.

Sin embargo, a veces parece que se disminuye nuestro ardor, y no solo porque se va el sentimiento, sino porque se reduce la convicción, porque no se orienta la voluntad hacia el Amor. ¿Cómo mantener viva la llama de amor? Pues como lo hizo María, meditando cada palabra en su corazón, haciéndola viva, esta es una característica de la oración que no podemos perder. Un convencido, convence; nunca le faltaran argumentos, pues lo vive, porque tiene la capacidad de ver el espíritu, lo sobrenatural de su vida cotidiana, porque así comprende qué le pide la Divina Voluntad, porque empieza a conocer el corazón de Dios. Si no se medita, no se crece en el amor, no hay conversión.

¿Qué dice el catecismo?
2705 La meditación es, sobre todo, una búsqueda. El espíritu trata de comprender el porqué y el cómo de la vida cristiana para adherirse y responder a lo que el Señor pide. Hace falta una atención difícil de encauzar. Habitualmente se hace con la ayuda de algún libro, que a los cristianos no les faltan: las sagradas Escrituras, especialmente el Evangelio, las imágenes sagradas, los textos litúrgicos del día o del tiempo, escritos de los Padres espirituales, obras de espiritualidad, el gran libro de la creación y el de la historia, la página del “hoy” de Dios.
2706…Según sean la humildad y la fe, se descubren los movimientos que agitan el corazón y se les puede discernir. Se trata de hacer la verdad para llegar a la Luz: “Señor, ¿qué quieres que haga?”.
2708 La meditación hace intervenir al pensamiento, la imaginación, la emoción y el deseo. Esta movilización es necesaria para profundizar en las convicciones de fe, suscitar la conversión del corazón y fortalecer la voluntad de seguir a Cristo. La oración cristiana se aplica preferentemente a meditar “los misterios de Cristo”, como en la lectio divina o en el Rosario. Esta forma de reflexión orante es de gran valor, pero la oración cristiana debe ir más lejos: hacia el conocimiento del amor del Señor Jesús, a la unión con Él.

Entonces, ¿Cómo empezar a meditar?
  1.   Invocar a María para que con el Espíritu Santo podamos hacerlo.
  2.   Desearlo con todo el corazón, el pensamiento, la imaginación, con todas nuestras fuerzas.
  3.   Se necesita la humildad y la fe.
  4.   Dejar que el Amor te dirija y guíe.
  5.   Unirse a Cristo y vivir como Tal.

El arte ¿qué es?

El arte es la manifestación externa de la interioridad del hombre. Pero cuando hablo de arte no me refiero al "arte" en cuanto a aceptación de una obra, sino a cualquier tipo de expresión personal. Porque hay un "arte" que es tal porque así lo dicen unos señores que son "artistas". Yo no me refiero a esa interpretación subjetiva de las expresiones sino a la sencilla exteriorización de los tesoros internos del hombre.
Este arte es fundamental en todas las personas, porque es el conducto por medio del cual el espíritu humano se materializa. El problema radica en que muchas veces no somos capaces de exteriorizar de una manera bella los sentimientos que hay en el interior. Por ejemplo, una persona quisiera cantar, pero su vos es espantosa. Al final, la manifestación artística no lograría trasmitir los sentimientos internos. Lo mismo sucede con quien quiera plasmar en el papel su interioridad, pero no sabe escribir o dibujar, al final lo que quedará plasmado en el papel será una mala copia de lo que verdaderamente debería ser.
Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo trasmitir todo aquello que quiere salir? es más, ¿por qué trasmitirlo?
Cuando uno encuentra una manera de materializar la interioridad está en la capacidad de alabar a Dios con lo que tiene. Su misma interioridad se convierte en ofrenda de alabanza que se inmola en el altar de la oración para ser ofrecida a Dios.
Tener una manifestación de la interioridad puede ser convertida en una ofrenda de las primicias de nuestra cosecha a Dios, de lo que somos. Cantar, bailar, hablar, pintar, escribir, practicar algún deporte, etc. puede convertirse en la mejor alabanza a Dios, en un cántico de gratitud al Señor.
Exhorto a todos a manifestar la su interioridad de alguna manera al Señor, para ser ofrenda agradable en ante su presencia.
En última instancia, qué importa si lo que salga de nuestro corazón a través de las manifestaciones artísticas sea agradable o no para los demás, lo que verdaderamente importa es que manifieste nuestro espíritu y llegue a la presencia de Dios como la primicia de lo que cosechó nuestro ser. Por eso, hoy te alabo Señor con este escrito y este dibujo.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

sábado, 14 de mayo de 2011

se ama, dando la vida!!!

¡DIOS ME AMA! No como merecen mis actos sino de la misma manera que amó a su Hijo Santísimo!
Permanece en mi amor!!! Que invitación más grata! y cómo se hace eso?
cumpliendo los mandamientos y su mandamiento perfecto es: << AMENSE LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO LOS HE AMADO >> esto como requisito para que su gozo sea nuestro, es decir para alcanzar EL CIELO...
Entonces, si no amo no voy al cielo? NO, pues seremos juzgados en el amor!
y cómo amar al prójimo? No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos...
Entonces se ama, dando la vida!!!
- haciendo feliz al otro, para mí en eso se resume dar la vida por otro.

Diálogos con el Corazón de Jesús

Alma.

Lo primero que se necesita es un corazón... ¿Dónde hallaré uno? El que viene por defecto funciona muy bien. Bombea correctamente la sangre a todo el cuerpo y no presenta ningún tipo de arritmia o enfermedad. Pero... no tiene recámaras de combustión y no se inflama fácilmente.

La verdad es que es necesario reemplazar ese corazón humano por uno divino, que tenga inyección de combustible y chispa propia. Sólo el corazón de Jesús y el de María están diseñados para arder a temperaturas infinitas, mientras que el estandar, es decir, el mío, no soporta temperaturas sino apenas superiores a la temperatura corporal.

Todos hemos comprobado lo que acabo de decir. Es sino ver cómo una mujer pierde la cabeza (y el mismo corazón) por un hombre que le atrae. Un par de miradas o de palabras bastan para recalentar ese pecho y echar a perder el corazón.

¿Qué hacer? Pues fácil (creo yo). Es necesario reemplazar el corazón original por uno totalmente nuevo, que arda sin estropearse y ante todo que arda por lo que verdaderamente tiene que arder: por el verdadero amor. ¿Dónde conseguiré ese nuevo corazón? ¿Cuál es el precio de ese repuesto?

...
Antes de que mi corazón fallara, me puse en la tarea de encontrar uno, pero no encontré más que corazones remanofacturados o imitaciones chinas, incluso encontré corazones importados, pero comprobé que no llegan a la talla de Cristo.

Un día, cuando todo estaba oscuro... el Corazón de Jesús me encontró a mí. Pero, ¡vaya sorpresa! no me sirvió... no encajó en mi pecho. Intenté acomodarlo de mil maneras distintas, pero no sirvió, ¡todo fue inútil! y lloré y lloré. ¿Acaso estoy condenado a fundir mi corazón por un amor humano? -pensé- y lloré nuevamente y sin consuelo... amargamente lloré.

No sé cuánto tiempo pasó, ¿días o quizá años? en verdad no lo sé.

Una noche, aquel Corazón ardiente de mi Jesús volvió a hablarle al mío y me dijo:

Corazón de Jesús:
Mi corazón es demasiado grande y puro para entrar en tu pecho. Además, yo no te di un corazón defectuoso. el que ahora tienes lo escogí precisamente para ti ¿Por qué quieres cambiarlo?

Alma:
Pensé que había que cambiarlo...

Corazón de Jesús:
Sí, has hablado bien. Tienes que cambiar tu corazón, mas no puedes reemplazarlo. Yo te daré un mi corazón para que el tuyo sea semejante al mío, no para que deseches el tuyo.

Para cambiar tu corazón tú tienes que entrar en el mío y vivir allí. Pero ¿vez la entrada? Sólo hay dos vías de acceso a mi Corazón.

¿Vez la herida profunda que tiene mi costado? Es grande por la lanza, pero es muy pequeña comparada con mi amor. Si quieres entrar en mi corazón debes dejar que yo te haga pequeño como esa herida... muy pequeño... sino no podrás entrar.

La otra entrada a mi corazón es el corazón de mi Madre. si vives en su corazón, entonces estarás inmediatamente dentro del mío, porque el Inmaculado corazón de María ya está perfectamente insertado en el mío, porque su corazón es mi corazón. Si amas a María con todas tus fuerzas, entonces entrarás en su corazón y por ende en el mío, y vivirás allí y así podrás cambiar tu corazón.

sábado, 7 de mayo de 2011

Cuando Dios llama... llama y nadie lo podrá impedir.


"Toda la autoridad divina fue menester para que la Santa aceptase el sublime encargo que le confiaba. "Ay, Dios mío" -exclamaba-, yo conozco mi flaqueza, temo haceros traición y que vuestros dones no estén seguros en mis manos. ¡Oh único amor mío! ¿Por qué no me dejáis en el camino ordinario de las hijas de Santa María? ¿Me habréis traído por ventura a esta casa para perderme? Dad esas gracias preciosas a las almas queridas que corresponderán mejor que yo, yo que no hago más que resistiros. Yo sólo quiero vuestro amor y vuestra cruz; esto me basta para ser buena religiosa, tal es mi único deseo".
El divino Salvador le respondió: "Estoy conforme, hija mía; entremos en campo y veremos quién consigue la victoria, si el Creador o la criatura, la fortaleza o la flaqueza, el Todopoderoso o la impotencia; pero el que venza, vencerá para siempre". "Estas palabras -añade- me causaron grandísima confusión. Después me dijo: "Sábete que yo no me doy por ofendido con la guerra que me haces por obediencia, por la cual di Yo mi vida; pero quiero entiendas que soy el dueño absoluto de mis dones y de mis criaturas, y que por ningún respeto dejaré Yo de llevar hasta el cabo mis intentos".

Extraído del libro: Mes del Sagrado Corazón, extractos de los escritos de S. Margaríta María de Alacoque. Ed. Mensajero.

viernes, 6 de mayo de 2011

Calla y te enseñaré la sabiduría

¡Con qué discípulos tan aprovechados cuenta el maestro callado en los claustros de los religiosos y de religiosas!
La primera regla, la esencia de todas las reglas conventuales, la palabra única a la que podrían reducirse la Constituciones de todos los Santos Fundadores es ésta: "Silencio".

Y silencio total, ¡por dentro y por fuera! silencio de boca, que ha de abrirse sólo para las necesidades de la vida de relación; silencio de imaginación, cuando quiere hablar como loca lenguaraz; y silencio de amor propio, cuando intenta ser tirano del orden y ladrón de la paz; silencio con las criaturas y con las pasiones, para mejor hablar y oír a Dios; silencio, aun hablando, porque se habla con voz mortificada; silencio con cara buena y con corazón alegre, porque con él se imita al Hijo de Dios callado en el Sagrario, y se pasa el día alabando al Padre con palabras de Dios, que son los salmo, y con silencio de Dios, que es la alabanza de la Hostia.

Os aseguro que el silencio de los monasterios y de las casas de religión, suena a los oídos de Jesús como el más armonioso coro de voces de ángeles.


Tomado de la obra: Jesús Callado. Beato Manuel González.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Jesús callado en el Sagrario: Doma las fieras de nuestras pasiones.

Es un Domador único, por la clase de fieras que doma y por el procedimiento de que se vale. Son fieras con entendimiento elevado a veces a un refinamiento de entendimiento de diablo y con una voluntad libre para ser y dejar de ser fiera indefinidamente y para manifestar o encubrir la fiereza bajo formas casi infinitas; y el procedimiento no es ni el hierro de la jaula, ni el palo, ni el látigo, ni el ademán de fiereza del domador, sino este solo: el silencio, un silencio misteriosamente eficaz.
¿Qué esto no es posible?
Someteos a una prueba con tal de que tengáis fe en la Presencia Real de Jesús en su Eucaristía.
Cuándo sintáis bramidos de fiera en vuestro corazón, en vuestra inteligencia o en vuestra sensibilidad, poneos de rodillas delante de un Sagrario y procurad estar tan callados que lleguéis a oír el silencio del Maestro sin palabras; yo os aseguro con el testimonio de miles de almas, que el silencio de Jesús invadirá vuestra cabeza, vuestro corazón y hasta vuestros nervios y cuando os levantéis, la fiera estará domada.
Yo os aseguro que son legión las almas que suscriben conmigo esta afirmación: si yo no comulgara cada día, sería cada día más fiera... Si no comulgara nunca, sería una fiera sin esperanza de domar...

Tomado de la obra: Jesús Callado. Beato Manuel González.

lunes, 2 de mayo de 2011

Oda a la Venganza... La muerte de Bin Laden

Mientras el mundo escucha la noticia del asesinato de Bin Laden de manos de los EE.UU. parece que nadie se percata de la gran barbarie moral que se está gestando en el seno mismo de nuestra "cultura moderna". Todos hemos visto las declaraciones de reconocidos personajes en la T.V. donde se glorían de la muerte de este hombre e incluso algunos de ellos hablan de que "su alma ya se está pudriendo en lo profundo del infierno"...
Más sorprendente aún es ver a miles de jóvenes en la entrada de la Casa Blanca gritando, brincando y celebrando la muerte de este personaje. Bastaba verles la expresión para comprender que su corazón estaba invadido por el odio.

Y los valores, la verdad, el respeto, la justicia, el amor y el perdón siguen perdiendo terreno... Hoy la consigna del mundo es una ODA A LA VENGANZA:

Hoy el mundo a comprendido que la venganza es un "derecho.
Oda a la Venganza... Hoy todos hemos aceptado que se puede matar a miles de personas en nombre de la justicia... aunque eso implique caer en la injusticia misma.
Oda a la Venganza... Hoy el mundo sabe que la Ley del Talión sigue siendo válida. Ojo por ojo, diente por diente. Ojo por ojo, torre por torre. Ojo por ojo, miles por uno.

¿Y dónde queda el mensaje de Cristo? ¿Dónde queda el perdón? Está bien que aquel tipo era un terrorista y había que hacer algo. Está bien que "había que neutralizar" la amenaza... pero, celebrar la muerte de un hombre y desear que se pudra en lo más profundo del infierno... es otra cosa.

La des-evangelización del mundo
Justo después de haber comprendido el mayor acto de amor y de perdón en toda la historia de la humanidad, donde el mismo Dios pagó por nuestras faltas y nos perdonó... el nuevo ídolo, el Espíritu del mundo, se eleva sobre los corazones de los hombres y proclama que el perdón es "cosa de débiles".

Los misioneros de la nueva des-evangelización nos están tomando ventaja... ¿qué haremos? necesitamos un nuevo San Francisco de Asís, una nueva Santa Catalina de Siena, un nuevo Juan Pablo II... necesitamos nuevos santos.... necesitamos un nuevo "San tú" que proclame al mundo entero el mensaje de Cristo, no con palabras sino con la misma vida.

Todo por la Inmaculada, Nada sin Ella.