El arte es la manifestación externa de la interioridad del hombre. Pero cuando hablo de arte no me refiero al "arte" en cuanto a aceptación de una obra, sino a cualquier tipo de expresión personal. Porque hay un "arte" que es tal porque así lo dicen unos señores que son "artistas". Yo no me refiero a esa interpretación subjetiva de las expresiones sino a la sencilla exteriorización de los tesoros internos del hombre.
Este arte es fundamental en todas las personas, porque es el conducto por medio del cual el espíritu humano se materializa. El problema radica en que muchas veces no somos capaces de exteriorizar de una manera bella los sentimientos que hay en el interior. Por ejemplo, una persona quisiera cantar, pero su vos es espantosa. Al final, la manifestación artística no lograría trasmitir los sentimientos internos. Lo mismo sucede con quien quiera plasmar en el papel su interioridad, pero no sabe escribir o dibujar, al final lo que quedará plasmado en el papel será una mala copia de lo que verdaderamente debería ser.
Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo trasmitir todo aquello que quiere salir? es más, ¿por qué trasmitirlo?
Cuando uno encuentra una manera de materializar la interioridad está en la capacidad de alabar a Dios con lo que tiene. Su misma interioridad se convierte en ofrenda de alabanza que se inmola en el altar de la oración para ser ofrecida a Dios.
Tener una manifestación de la interioridad puede ser convertida en una ofrenda de las primicias de nuestra cosecha a Dios, de lo que somos. Cantar, bailar, hablar, pintar, escribir, practicar algún deporte, etc. puede convertirse en la mejor alabanza a Dios, en un cántico de gratitud al Señor.
Exhorto a todos a manifestar la su interioridad de alguna manera al Señor, para ser ofrenda agradable en ante su presencia.
En última instancia, qué importa si lo que salga de nuestro corazón a través de las manifestaciones artísticas sea agradable o no para los demás, lo que verdaderamente importa es que manifieste nuestro espíritu y llegue a la presencia de Dios como la primicia de lo que cosechó nuestro ser. Por eso, hoy te alabo Señor con este escrito y este dibujo.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
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